Por Arturo Rivero / tw @arturoyosoy
Sexto año del corona capital y
durante este recorrido ha ido mutando a tal grado que algunas veces parece que
avanza y en otras retrocede. Este sexto año trajo cambios notorios a lo
establecido, pero quizás la más sobresaliente es la poca cantidad de gente que
se pudo ver. En esta ocasión se podía transitar libremente por los escenarios y
hacer recorridos de menos de 10 minutos entre escenario y escenario, lo cual a
diferencia del 2014 es aire fresco, aun quedan cosas por mejorar, pero a mi
parecer este fue un buen año.
Comencemos con el recorrido de las
bandas.
El plan inicial era llegar a
escuchar a Alvvays (2:50 a 3:30)
pero no se pudo, así que recurrimos al plan B que fue dar un recorrido para
visualizar las distancias entre los escenarios y tener una idea de cómo llegar
a ellos. Durante este recorrido alcanzamos a escuchar a Mothxr (3:20 a 4:00) y a DIIV
(3:30 a 4:10). Nuestro inicio oficial en el Corona Capital se llevo a cabo
con Benjamín Brooker (4:20 a 5:00)
que se presento en el escenario Doritos,
yo tenía una imagen de Brooker muy
blusera y esa imagen fue cambiada por una muy rock and rollera, fue un
incesante galopar en su guitarra eléctrica.
Después de tanto guitarrazo, nos
lanzamos al escenario Corona en donde
estaba tocando Chairlift (5:30 a 6:10)
nuestra atención era poca y la música no era muy sobresaliente como para ser
recordada. Terminando, agarramos el mejor lugar posible para ver a Father John Misty (7:10 a 8:00). A lo
lejos, en el escenario Corona Light
se presentaba The Psychedelic Furs (6:10
a 7:10).
Father
John Misty es el alter ego de Josh
Tillman y en escena parecen un tanto exagerados los movimientos de este,
pero al final te enamora. Su banda de acompañamiento parecen 5 clones de él y
al ver lo compaginados que están, no dudo que si lo sean. Comenzó con I Love You, Honeybear y los 50 minutos
que duro su set se fueron volando. Todo un show man.
Richard
Ashcroft (8:00 a 9:00) fue muy valiente por atreverse a salir solo con su
guitarra a cantar sus más grandes éxitos. El error fue de los organizadores que
lo pusieron al mismo horario que DFA
1979 (8:10 a 9:10), la guerra en sonido era muy dispareja y la guitarra
acústica de Ashcroft se vio opacada
por los guitarrazos proveniente del escenario Doritos. El antiguo cantante de The Verve prometió volver con una banda completa, no se sabe si fue
promesa o berrinche.
Me perdí a DFA y la mayoría del set de Ashcroft
con el fin de escuchar todo el set de Run
The Jewels (8:30 a 9:30) su segundo disco es una delicia y esperaba algo
parecido para su presentación. Desde el momento que pisaron el escenario – con We
Are The Champions de fondo - la gente se rindió a sus pies, fue
sorprendente verlos en vivo.
Algo que me dolió enormemente fue
sacrificar la mitad del set de Ryan
Adams (9:00 a 10:00) pero alcance a escuchar When the Stars Go Blue y eso hizo que todo valiera la pena. Adams con la banda completa se siente más
libre, se da tiempo de improvisar y armar largos jams como en Magnolia Mountain.
Entre los dos temas finales de Adams se alcanzaron a escuchar los
temas de los Libertines (9:45 a
11:15) su primera vez en México y preferí perdérmelos principalmente por la
infinidad de clones que se encontraban en el festival. Solo recuerdo algo
parecido cuando se presento Arctic
Monkeys hace dos años.
En lugar de escuchar los guitarrazos
de Doherty y compañía, preferí las
trompetas de Zach Condon y su Beirut (10:00 a 11:00) la belleza de
sus sonidos no deja de hacernos bailar. Pero son bailes cadenciosos, como si se
tratara de un vals. Es la segunda ocasión que los veo en vivo y son una
belleza.
Father John Misty |
Para terminar la noche, Muse (11:00 a 12:30) daría su cuarto
show en México. Con un leve retraso de 10 minutos aproximadamente y con la mayor
audiencia hasta ese momento, dio rienda suelta a las posibilidades y le dio el
mayor de los usos a las pantallas que acompañaban el escenario. Predominado por
temas de su último disco y la desaparición absoluta de los dos primeros, el set
de Muse no tuvo desperdicio, aunque
pudo ser mejor.
Al final de la noche, el recorrido a casa fue
menos pesado por el show de Father John
Misty, la belleza de Beirut y la
pomposidad de Muse.
Estábamos preparados para el segundo
día o eso queríamos creer. Nuestros planes nuevamente fueron modificados, de
llegar a ver a Shamir (4:10 a 4:50)
terminamos llegando justo a tiempo para ver a Twenty One Pilots (5:30 a 6:10) si no fueran por los constantes
cambios de vestimenta lo hubiera disfrutado mas, aun así fue un agradable set
con unos highlights como la batería entre el público o Tyler Joseph subiendo a la carpa del
sonido.
Para evitar recorridos largos, nos
cruzamos al Corona Light a ver a The Charlatans (6:10 a 7:10). Tenía unas ganas enormes de verlos
en vivo, pero su set no fue diseñado para un escucha ocasional como yo. No fue
un mal set, ni tampoco tocaron mal, pero comparado a lo que venía, los Charlatans se quedaron cortos. Me quede
un poco arrepentido de no haber visto a Mew
(6:25 a 7:20)
Si recuerdo dos canciones de Spoon (7:10 a 8:10) son muchas. Pero
eso no evito que disfrutara de su presentación en el escenario Corona. Quería tomar esta hora como de
descanso, pero con su set me fue imposible hacerlo. Una sorpresa muy agradable.
Primal
Scream (8:10 a 9:10) fue la cúspide del crescendo que fue creado por las
dos bandas anteriores. Energía, guitarras, actitud, era imposible ser
indiferente a su música. Mi favorita fue Country
Girl pues nunca pensé en escucharla en vivo. Ya entrados un poco en el
baile, la siguiente parada debía de ser ante Norman Cook, las malas referencias que me habían dado sobre el show
de FatBoy Slim (9:10 a 10:25) me
hicieron dudar sobre la importancia de verlo por primera vez en vivo, pero los
visuales presentados durante su show hicieron disipar todas esas ideas. Los
ritmos hicieron movernos y las imágenes nos hipnotizaron.
Ver por segunda ocasión a Pixies (9:25 a 10:55), fue el momento
perfecto para recordar ese primer corona capital y su inocencia. Sin tanto
celular grabando, sin grandes pantallas sobre el escenario, sin tanta gente,
sin cerveza. El set de los comandados por Black
Francis fue distinto al de su primera ocasión en México, pero aun así se
notaba que se sabían de todas a todas.
Quisimos seguir con el baile y el
escenario Claro Music Tent albergaría
a Chromeo (11:00 a 12:00). Presentándose
el segundo retraso, una vez más de 10 minutos, Chromeo puso a bailar a toda la gente y disipo el cansancio que se venía
cargando. Estaban arropados por toda esa gente que quería bailar sus melodías y
ellos se sentían muy a gusto. Partimos del escenario porque a lo lejos se
visualizaban las proyecciones del escenario principal y fuimos llevados hasta
este.
Recuerdo que cuando revelaron el
cartel, los dos cabezas de cartel fueron fuertemente criticados. Aun así, el
escenario en los dos días estuvo lleno. Calvin
Harris (11:25 a 12:40) vino, puso a bailar a la gente, emociono, creo todo
un show y se fue. No puedo hablar de brillantes porque no conozco su música. El
corona le aposto todo al show de Harris,
le puso el mejor horario, el mejor escenario, el mejor sonido y todo el show
alrededor (pirotecnia, confeti, fuego) y todo esto reunido hizo pasar a la
gente que lo presencio un momento inolvidable. Con esto, ponía el punto final
el Corona Capital en su sexta edición, un muy agradable corona que en parte
cumplió todo lo que prometió. Solo hace falta que se mejore el cartel, pero
esto podría significar un aumento en la gente y toda la problemática que esto implica.
El recorrido de regreso a la vida afuera del
autódromo estuvo adornado por un grupo de amigos que cantaron Tender de Blur en loop hasta la salida. No pudo haber mejor final.
Pero como siempre, me quedo con la
sensación de que ya no estoy para estos trotes.
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