Concebida como una lista que 'celebra la latinidad', en la que se aglutinan géneros dispares que van desde la salsa, el son, la balada, la canción folclórica, la cumbia andina, el reggaetón (oh no!), el rock psicodélico, el pop de autor, el lounge, la música norteña, el tango, etc., esta lista podrÃa pecar de ser demasiado extensa, pretenciosa, voraz, inaudita, pero de que se mueve y ha dejado a más de uno con interrogantes, dudas, caras de sorpresa, lo cual quiere decir que está cumpliendo con su cometido y ha logrado comenzar un debate en pleno 2024 sobre música latina y más cuando en estos tiempos ya nadie se gancha a un monitor de teléfono o laptop para leer.
Los 600 discos de Latinoamérica hacen un recorrido monstruoso de 1920 a 2022 revisando 600 trabajos fundacionales de artistas por completo opuestos. Cabe resaltar (para bien y para mal) que al final se decantan por cosas más por el lado de ritmos latinos (porque somos Latinoamérica!) Incluyen grabaciones de bandas de rock, pero también cosas que van de Rubén Blades (¡el que diga que es más rock le parto la madre!), Willie Colón, Héctor Lavoe, Wilfrido Vargas, cantantes y autores legendarios como VÃctor Jara, Celia Cruz, Violeta Parra, Mercedes Sosa, Armando Manzanero, Juan Luis Guerra (y sus 440). Un revisionismo histórico y musical que quizás a muchos nos pone a decir para nuestros adentros que faltó tal o cual disco (haga su lista y luego hablamos). En mi caso, me dio mucho gusto ver discos como Secretos de José José, el disco en vivo en Bellas Artes de Juan Gabriel (muy arriba en el top, no es queja), el Re de Café Tacvba en un lugar decoroso (rémora de aquella legendaria lista de Al Borde y Rock en las Américas que lo colocaron en un primerÃsimo lugar). Mas no me alegro al ver que discos de Bad Bunny aparecen en la lista, cuya popularidad no siempre es igual a calidad musical.
No aparece, por ejemplo, Juan Cirerol, pero sà Natanael Cano. Por un pelo, creo que pudo haber aparecido (con más mérito) alguien como Peso Pluma. Me parece una humorada que un disco de Menudo (esos grandes rocanroleros!) sea más trascendente que, digamos, Astor Piazzolla. Aparece el Latinesque! de Esquivel, cuando su obra cumbre es See it in sounds. De hecho, si analizamos los primeros 10 discos, podemos hacer un comentario de cada uno sobre él porque están aquÃ. A riesgo de recibir pedradas y mentadas de madre.
Esta lista es un documento electrónico inmenso de la musicalidad latina en todas sus variantes, con reseñas favorables en medios como Billboard, pero también en ciertos tuits intrascendentes que la desdeñan , pensando con un poco de nostalgia, esta lista rememora el trabajo y la recopilación extensa y diversa que hacÃa en sus mejores años el Club Fonograma.
Un compendio grandioso para que no se nos olvide de donde venimos, donde estamos a y a donde vamos.
Larga vida a la musica latina.
#dcrvs