World End GirlfriendHurtbreak Wonderland
2007
Los japoneses estan locos, tan locos que su musica raya en la perfeccion absoluta, se clavan, se meten de lleno en sus composicones, las esculpen de tal modo que no les sobra nada, tan intempestuosa puede ser una composicion como puede ser tranquila e introspectiva, el trabajo de World End Girlfriend (la novia del Fin del Mundo...que nombre tan apocaliptico!) es majestuoso, una obra de arte que se mueve entre la musica electronica muy de vanguardia, el glitch, el click and cut, los ensambles de cuerdas que aparecen y desaparecen con pasmosidad.
Hurtbreak Wonderland es un dechado de ingenio, belleza y tranquilidad y como lo dije anterior mente tambien puede ir por mares densos, pesados, ofuscos y enfermizos, este disco posee un encanto que atrapa al escucha y lo lleva por 10 piezas (aqui no cabe el termino de "rolas") que van del lamento melancolico (el inicial Wandering con su piano dulce) y desemboca en ese portento musical llamado Birthday Resistence con sus cinco minutos de post rock absoluto, le sigue 100 years of choke que lleva musica perfectamente armada en un ensamble de bits junto con arreglos acusticos efectivos y todo esto coronado por cuerdas y mas cuerdas de arraigo cuasi fantasmal, Grass Ark lleva atmosfera entre dulce y apesadumbrada (de repente ciertos parajes me acuerdan mucho a Sigur Ros y a Mum) el uso de metales le da un aire como de campiña japonesa (Katsuhiko Maeda es japones)
Ghost of a horse under the chandelier es mas clasica en su construccion con su guitarra punteada y su piano totalmente de camara, cada tema es un juego de sonoridades apacibles, pero nada como esa maravilla obscura que es Dance for Borderline Miscanthus y su marca pesada, pesadillezca, un caos sonoro no apto para taquicardicos, un enfermiza suite que deja pendejo a quien lo oye con su musica demoledora, noisecore, ruidismo a la usanza de la escuela japonesa, una madre inaudible que deja absorto al escucha, este frenetico ezquizofrenico tributo a Alicia la del pais de las Maravillas es un verdadero soundtrack ezquizoide y maniaco pero a la vez dulce y bello.
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