¿Que se puede lograr con cuerdas, sintetizadores, efectos de voz, guitarras acústicas y cierto grado de melancolía a la inglesa y que en otros lados sonaría a ñoñez? Pues sonaría a French for rabbits, los cuales están en deuda con bandas y proyectos ingleses de antaño pero que en FFR no suena a plagio si no a adaptar esos sonidos a estos tiempos de híperinformación, es como Coldplay pero con lindas voces femeninas y eso es suficiente para enamorarnos de este sorprendente dueto.
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