Un album que se aleja aún mas de lo planteado en su obra maestra The Soft Bulletin de 1999, los Flaming Lips o labios flameados es una de las agrupaciones mas sui generis del rock hoy en dia, tan divertidos, lúdicos, intensos, poco afinados, punks de cepa y virtuosos y clascisistas por conviccion, tienen la suerte de estar con una major para dar rienda suelta a todas las extravagancias que se les ocurran, en este disco presentan tantas variantes como se les ocurren y logran su album mas pop, pero un pop a la Flaming Lips que de excentrico suena todo el desmadre, hay electronica, orquestaciones (a cargo de su mentor y guru Dave Freedman) sentido melodico inigualable y perlas para la posteridad como lo son la homonima que da nombre al album, la triste y melancolica Ego tripping at the gates of hell (por mucho, la favorita de quien esto escribe) y ese esplendido muro de sonido a la Phill Spector Do you realize? con su orquesta y coro majestuoso que te hacen llorar de la puritita emocion.

Como bien lo dijo en una entrevista que nos concedio a nuestro blog hace ya buen tiempo esta compositora y cantante jalisciense aseveró "son canciones mas obscuras, no en el sentido musical si no mas bien en las letras, sera menos naive y mas dark" y en efecto, al contrario de su ópera prima Honey Blue Star del 2006, las canciones se decantan mas por movimientos delicados, compases serenos, musica introspectiva que no tiene mas motivo que hacerte pensar por un buen rato, nada de tribulaciones sonoras, nada de florituras apantallantes, solo un delicado folk pop que emana con mucha dulzura, canciones tan hermosas como lo son Road Season (con su guiño a Miles Davis) la electro y fragil Feeding Little Dogs, la eterea y sublime Japanesse Coffee, el delicado compas a ritmo de musica bailable 1981, la densa y heavy (pero heavy a la Carrie) Srita Cometa y el concluyente (y en español) Pollock, album de una tersa finura instrumental y vocal, nada que ver con el malhadado rock mexica.