Sentado en la modorra de mi casa (sin poder salir por que la lluvia no ha parado en estos dias, Alex dejo un desmadre en toda la ciudad y anexas) me dispuse a ver una peli del gran Stanley Kubrick, The Killer's Kiss del afamado director es la ultima que se avento a realizar con guion original, con una historia en la cual se cruzan lo mismo un boxeador mediocre llamado Davey Gordon (Jamie Smith) una bailarina de burdel llamada Gloria Pierce (Irene Kane) y un padrote llamado Vincent Rapallo (Frank Silvera) y un lio de amores mal correspondidos, ambientes sordidos, gandallismo, etc, Kubrick dio en el punto exacto mas que nada con los pocos recursos que grabo esta pequeña joya en los anales del cine, armado con su camara en mano, el director literalmente merodea lo mismo una pelea de box donde no sale bien librado Jamie o lo mismo el negrisimo ambiente que permea a lo largo de la pelicula, se dice que Kubrick quera filmar un Nueva York lo mas granuloso posible, que la gente literalmente sintiera los colores y las texturas, dicen los mamilas que las actuaciones son pesimas, yo creo que se ajustan perfectamente a lo que les pidio el director en su momento, cuyas ideas se ven reflejadas en dos escenas claves de la pelicula: la secuencia de la persecucion por las azoteas (un Bronx nioyorkino desolado a mas no poder) y la loca escena casi final donde el maton y el protagonista se pelean en una bodega de maniquies que le quita el aliento a mas de uno (mencion aparte y cosa curiosa el hecho de que no se haya hecho nunca enfasis en la musica-compuesta por Gerald Fried- que rodea a las escenas clave: obscura, hermetica, que parece mas extractos de musique concrete que un score hecho para la pelicula) el agridulce final de la pelicula habria de redituarle a Kubrick uno de los tantos pasos que dio para que se consolidara en la industria filmica que tanto aborrecia pero a la cual le entrego chingos de perlas artisticas de primer orden, peliculon.