El lado oscuro de la Luna y sus 40 añotes...

9:34 AM



Para muchos la verdadera obra maestra de Pink Floyd, (aunque muchos se inclinen-incluido este escribano-por el fantastico The Piper at the gates of dawn de 1967) Pink Floyd aquí dió el salto al vacío de los muchos a lo largo de una carrera en la cual se hicieron notar por arriesgar mas de lo debido, apostando por sonoridades de vanguardia pero con un instinto por la melodicidad, tan carente en muchos de los nacientes grupos de rock progresivo en los cuales la ampulosidad, los excesos musicales eran la marca de fábrica, quizás como unos sucesores de las ondas beatleras pero solo cosechando lo que los de Liverpool sembraron en su momento.

Al contrario de grabaciones atascadísimas de años anteriores como el estupendo Ummagumma, la suite sideral Atom Heart Mother o ese intento hermoso como lo fueron las bandas sonoras de Zabriskie Point y La Valle (Obscured by clouds) la perfección instrumental de Echoes (el cual contenía una canción tan cuidadosamente elaborada como lo es la que le da titulo al álbum) aquí se ve magnificada pero con sutiles detalles para dejar como legado un disco asombroso de principio a fin.

Las grabaciones del álbum las hicieron en los estudios Abbey Road y aquí colaboró el inge Alan Parsons el cual cobró una ínfima cantidad de lo que cobraban los productores de ese entonces (el se atribuye la sección de efectos sonoros en ese viaje delirante que es On the run) tiempo después haría música que mucho le debe al Pink Floyd del Dark Side...con su proyecto Alan Parsons Project con verdaderos portentos musicales como lo son los portentosos y pinkfloydianos Tales of Mystery and Imagination y Eye in the sky y I Robot.

La portada del álbum (una de las 10 mejores en toda la historia del rock) es un esfuerzo de Hipgnosis (Storm Thorgerson y Aubrey Powell) por hacer un diseño sencillo y a la vez contundente, según se sabe la banda vio varios diseños (entre los cuales había desde dibujos a mano y arcoiris hechos con spray sobre mantas) y la decisión la tomaron en pocos segundos, el título hace referencia a las ondas que afectan el subconsciente como la muerte, la vejez, el dinero, la locura, temas recurrentes en la discografia pinkfloydiana, según se sabe también el titulo estuvo a punto de no utilizarlo la banda ya que la desconocidísima agrupación Medicine Head iba a sacar un disco con el mismo título, al ver que el esfuerzo de esa banda nunca se cristalizo lo volvieron a retomar (se sabe que el titulo alterno del disco era Eclipse)

El álbum comienza con unos confortables latidos de corazón los cuales van entremezclándose con grabaciones incidentales que hizo el Roger Waters con la gente que laboraba en Abbey Road y los mismos músicos de sesión (Waters sacaba tarjetas con preguntas al azar, la gente respondía y el grababa la respuesta, se dice que hasta invito a Paul Mc Cartney pero la grabación a el se le hizo un poco fuera de contexto ya que el citado era una celebridad) sonidos electrónicos y las voces de las coristas de varios temas de este disco, el primer tema es Breathe y es una tonada tranquila, etérea , la voz de Gilmour se acopla muy bien y mas esos delays de guitarra que se pasean en toda la canción, la bateria jazzeada se escucha estupenda, despues le sigue On the run, una especie de tema electrónico que lleva sonidos pulsantes y amenazadores, gritos,risas diabólicas y pisadas de gente corriendo (obra de Parsons) el final se diluye entre gritos y una subita explosión que da paso a unos relojes (prueba estereofónica atribuida a Parsons para probar equipo nuevo de EMI) para sumergirse en Time, batería de entrada loopeada, guitarra y sintetizador para dar paso a un rock potente que se descolla en uno de los solos mas estrujantes en la historia del rock, las voces de las coristas se agrupan de esplendorosa manera con Waters Gilmour, le sigue otra version de Breathe llamada Reprise (Sargento Pimienta dixit) después le sigue quizás a mi gusto la mejor pieza de todo el álbum ,la grandiosa The great gig in the sky que inicia con un piano melancólico y sube de intensidad por medio de un órgano Farfisa y un Wurlitzer y la voz celestialmente diabólica de la cantante de sesión Clare Torry (que años después colaboró con la misma canción-con permiso de Rick Wright que es el compositor de ese tema-para anunciar pastillas para el dolor de cabeza de la marca Neurofen) .

El segundo lado abre con la comercialmente esplendorosa Money que abre con el sonoro rugir de cajas registradoras (obra de Parsons y Waters en un cut and paste primitivo y efectivo) y se desenvuelve en una maraña de funk, rock (el saxofonista Dick Parry se avienta el mas temeroso solo de sax en este disco casi entrando en los terrenos del free jazz) una chingonsísima canción, después, la subita calma con Us and them, con un piano hermosísimo obra de Wright (en Live at Pompei se ve armando el solo de piano) aqui Parry ejecuta con una ternura que raya en lo poético unas notas para sax que nada tienen que ver con el estruendo del tema anterior, le sigue Any colour you like (inspirado en un comercial de la Ford donde podías pedir un auto de cualquier color que te guste mientras sea negro) sintetizador y guitarra en un efectivo tema de trancisión para dar paso al otro punto alto del álbum, la impactante Brain Damage (con dedicatoria para Barret) que comienza con un riff de guitarra y se envuelve en capas de guitarras, teclados y risas pre grabadas para dar por terminado el álbum con el cierre final en la majestuosa Eclipse dónde a manera de lista se engloban todos los temas del álbum para cerrar con una caricia sonora (los latidos del inicio) y las palabras de Jerry Driscoll (el portero de Abbey Road) recitando las siguientes ondas cósmicas "el lado obscuro de la luna no existe...de hecho esta toda obscura".

El final final rememora lo hecho en A day in the life , si se ponen buzos escuchen la sección de cuerdas tocando Ticket to ride, el alucine total.

El principio del fin del periodo dorado Pink Floyd.


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