Fuete Billete / Carpa RBMA |
Por Yaced ElDonya Vargas /@yacedvargas
Aunque
ya he asistido a las ediciones 2012 y 2013 (muero por que nunca anduve cuando
la Alianza Francesa era la sede), mi falta de conocimiento de la ciudad hizo
que el día sábado tuviera que caminar mucho tramo entre el estadio de Los
Tigres y el Parque Ferrocarrilero, corriendo para no perderme a la banda con la
nombrada “Mejor canción del 2013”: Los Blenders.
Los
Blenders: llegué justo a tiempo para ver la presentación de estos jóvenes
irreverentes, que con algo de surf y rock and roll a la vieja usanza hicieron
mover las caderas de los pocos asistentes que decidieron darse cita a temprana
hora. Iba con la expectativa de presenciar una de las presentaciones más
frenéticas del festival, pero sólo mostraron un show cumplidor. Un horario de
noche y en un escenario más pequeño pudo haberle dado un toque distinto a esta
banda.
“Meta
y Dinero”, como era de esperarse, fue de sus rolas de las más coreadas y
bailadas.
CLUBZ:
con su material de estreno “Texturas”, conquistaron a un escenario Rojo que poco a
poco comenzaba a congregar al público que bien recibió su sonido, muy ad hoc
para la tarde. La mamá de uno de los integrantes estuvo presente apoyando como
un asistente más. La tarima fue recorrida en su totalidad por los movimientos
corporales de estos chicos, también integrantes de la banda Husky. Habrá que
seguir de cerca a este par, quienes dan cátedra de que en México también se
hace buen pop.
Rock nublado |
Little
Jesus: sólo logré escuchar dos de sus canciones, y la verdad me quedé con ganas
de quedarme por más, pero mi itinerario me lo impedía. Ritmos bailables con
sabor a verano, energía y sonrisas inundaron arriba y abajo del Azul.
Definitivamente este será el año de la LJ.
No
Somos Marineros: me es muy difícil hablar de manera objetiva sobre la
presentación de estos “cachorros” de la capital, pues soy re-fan. A pesar de no
contar con una cantidad de público grande, los pocos que nos ubicamos frente al
Escenario Negro disfrutamos con gran gusto el show (aunque a mi parecer, la
raza no creó en su totalidad ese ambiente que se logra ver en los videos en
vivo de los No Somos). Math rock, post-emo… ninguna etiqueta importaba, lo
sobresaliente fue cómo lo dejaron todo en el escenario. Aunque con dificultades
leves como el strap roto de uno de sus guitarristas, NSM demostraron por qué
son una de las bandas de las que más se habla desde 2013.
Después
de esta presentación, di una vuelta por El Mercadito, el cual en esta edición
contó con muchos más stands que en las anteriores: ropa de diseñadores
independientes, cámaras fotográficas, artículos vintage, disqueras, área snack
y más se podía ver en cada espacio naranja. Un punto débil fue que no había
tanta “merch” de los grupos presentes como se esperaba.
El
food court este año estuvo mejor distribuido, y más mesas y sillas fueron
instaladas para poder echar un buen taco o hamburguesa. Yo opté por un corn dog
y unas papas con salsa pues, la verdad, aunque delicioso, comer “bien” en este
festival sigue siendo relativamente caro, sobre todo cuando se va limitado en
dinero y uno no es de la ciudad.
Vi
a Pumuky de muy lejos, mientras bebía mi primera cerveza, y mis ganas de
acercarme al escenario no fueron las suficientes.
Bflecha |
Los
Románticos de Zacatecas: a las 5:20, estos cuatro locos reventaron de buen
humor y ambiente El Rojo, con clásicos como “Volver a quererte” o “Lo mismo que
yo”. Siempre animados, y agradeciendo a los asistentes en todo momento. Cuando
se reveló el cartel del Festival Nrmal 2014, muchos dudaban sobre su inclusión,
o que si era más bien incómoda (banda emergente, ya no es), pero con lo que
vimos de ellos el sábado, nos dieron un tapón de boca.
BFlecha:
no tuve chance de encontrarme a la hora exacta en la carpa Red Bull Music
Academy, pero lo que vi de esta española me pareció interesante. Por momentos
me recordó a lo que presentó Andrea Balency en la edición 2012, pero llevado a
otro nivel, uno mucho mayor. De nuevo, el pop en español gobierna un escenario.
Pumuky |
Hidrogenesse:
tremendo! Este par de españoles ya mayorcitos en edad le volaron la cabeza y
los pies a los que en el escenario Azul nos encontramos. Guitarras y teclados
minúsculos, sobre bases rítmicas que invitaban a perderse en el baile. Aunque a
primera escucha uno toma a Hidrogenesse como eso a lo que llamaban “tonti-pop”,
la realidad es otra; letras con mucha crítica social que retratan una imagen no
solo de lo que se vive en España, sino también en Latinoamérica. El pequeño
“fail” en su discurso fue cuando dijeron que traían el uniforme del equipo de
beisbol de los tigres (?). Se armó la
mejor fiesta en lo que llevaba la tarde-noche.
Fuete
Billete: Hip-hop choncho. Desconozco si los regios ya conocían de tiempo este
proyecto de Puerto Rico, pero la carpa RBMA (de nueva cuenta) estaba a tope con
su show. Su tema “La Trilla” provocó gritos de emoción y bailes muy sensuales
por parte de las chicas de primera fila. Estos puertorriqueños hicieron lo que
quisieron en la tarima. Muy divertido el momento en el que billetes de pesos
mexicanos en varias denominaciones volaron entre todos.
Los que van a Festival Nrmal creyendo que el
término “rock” a secas cubre por completo el evento, están muy equivocados, y
con combos como Fuete Billete nos podemos dar cuenta de que los Nrmal lo que
buscan es brindar diversidad y una refrescada al oído de los curiosos.
No
me había percatado de que la lluvia se hizo presente, y me acerqué al escenario
Rojo a preguntar qué pasaba, y por qué el show de Yesco no había comenzado. Al
parecer, no hubo prevención para el mal clima, y decidieron parar todos los
escenarios al aire libre. Olía a lodo y caos.
La
MiniTK del Miedo: Ya fuera para cubrirme de la lluvia o no, era un must ver a
los Colombianos. Unos minutos tarde, pero presencié la gran mayoría de su show,
cargado de cumbia, oscuridad y teatralidad. El soundtrack perfecto para una
película de terror contemporánea, a base de secuencias, osciladores y un par de
voces llenas de intensidad, fue con lo que La MiniTK se ganó a Monterrey. Ocultos en atuendos negros, humo por todo el
escenario cubría la esencia del trío, quien dada la euforia, motivó a que su
vocalista hiciera stage diving. Todos nos fuimos “hasta abajo” ¿y cómo no
hacerlo? Resistirse era inevitable. Una de las grandes sorpresas del festival,
quienes nos enseñaron que “Bailar es Resistir”.
Ave Negra |
Ya
para las 10 de la noche no sabía si traía tennis en los pies o botas de lodo,
porque la lluvia ya estaba empezando a cansar el paso. Intercalé mis últimas
cervezas entre los míticos DEATH y Matías Aguayo en su modalidad Live.
DEATH:
no exagero, estos señorones tienen una energía y presencia que muchos chavales
quisieran mostrar. Impecables en ejecución,
siempre sonrientes ante el público. Lamentablemente, no había mucha
gente en El Negro, pero los asistentes, dentro de ellos varios integrantes de
bandas que tocaron más temprano, salieron felices de ver tan buen show.
Matías
Aguayo x MOSTRO: si DEATH nos demostró cómo se ejecuta el punk de una manera
harto divertida, Aguayo nos enseñó que la electrónica y el sabor tropical van
muy de la mano y que generado en vivo se disfruta mejor. Acompañado de sus
paisanos MOSTRO en los sintetizadores y las percusiones, lograron que todos los
pies presentes en la carpa RBMA, se
movieran hasta desbaratarse. Este tipo es el rey, muy humilde y carismático al
final del show, accedió a tomarse foto con las nenas de primera fila, y hasta
beso de alguna recibió. Ojalá pronto vuelva en un formato similar, pues lo ganó
con creses.
No Somos Marineros |
La
experiencia de Festival Nrmal mantiene su esencia, en la que la masa de gente
no abruma, y en el que las distancias entre escenarios se agradecen. Sólo que
en esta ocasión, el factor climatológico causó incertidumbre, tanto así que
Poolside tuvo que presentar un dj set que no alegró mucho a los que bajo la
lluvia aguantaron verlos, con tal de no exponer su equipo.
Hubo
retraso en la carpa (donde al parecer la fiesta nunca paró) pero Marco Polo Gutiérrez,
a.k.a. Siete Catorce hizo aparición para
enmarcar al final de la maratónica fantasía.
Siete
Catorce: El niño de oro de Baja California, serio y misterioso como siempre,
encendió la chispa necesaria para que los valientes que aun teníamos algo de
vida para el baile pudiéramos borrar de la memoria la lluvia arruina shows de
la noche. Un set cargado de pasajes oscuros y ritmos guapachosos (sin caer en
el exceso como sus demás compadres ruidosoneros) nos hicieron menarnos y querer
que la fiesta no acabara. Majestuoso el final, con el público gritando su
nombre como señal de apoyo y respeto ante tan genial momento.
Mala
leche DJ Rashad y Dj Spinn (encargados de cerrar las actividades en ese escenario)
que se acercaban con máscaras de luchador al espacio de Siete, como apurándolo
a terminar y bajar rápido. El set de Marco fue cortado para dar paso a los
extranjeros.
Y
yo seguí buscando información sobre Los Macuanos y Retox, que minutos después,
me enteré no se presentarían ni en el festival ni en los after de NAAFI y
Nrmal. Otro de los momentos incómodos tanto para el artista como el público.
Los
puntos que más deben de considerarse para futuras ediciones (aprendiendo de la
experiencia de esta edición) son el resolver de manera eficaz los retrasos y
cómo lograr que la lluvia o el frío no mermen las presentaciones musicales. El
público este año no se mostró tan animado como en ocasiones anteriores: no
faltaron las chicas “Bahidorá” que se preocupaban más por lucir bien o tomarse
fotos con sus amigas coronadas con flores, o los que más tiempo dedicaron en
“disfrazarse” de hippies que de conocer propuestas. El escenario Negro, destinado a romper oídos
y quebrar huesos, lució escueto y vacío la mayoría del tiempo. Las
cancelaciones de los grupos que cerrarían los escenarios pareciera que no
dolieron a los asistentes, pero si dan una mala imagen, una mancha a la
experiencia. La pasé bien, muuuy bien, llevándome a casa gratos recuerdos, pero
siento que algo faltó este año, y no me quiero atrever a asegurar que la salida
de Todd Patrick como apoyo a la gente de Nrmal fuera un detonante para que las
cosas no salieran impecables. Lo que queda muy claro, es que el próximo año los
chicos de Nrmal no se quedaran con los brazos cruzados, y buscarán la manera en
que la experiencia del fin de semana de ensueño siga manteniéndose, y re
inventándose.
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