Reseña: José González en Monterrey – 27 de julio @ Río 70

12:15 PM















Por Alvaro Rodríguez
@alvarordzlpz

La tarde de Monterrey se vistió de colores violetas y rosas suaves, llenándose de un viento húmedo que me hacía pensar que José González se sentiría como en casa en nuestra ciudad, gracias a un ambiente similar al que (imagino) se vive en estas épocas en su natal Gothenburg, una ciudad cerca del mar en Suecia.

Precisamente, sentirse en casa es una de las emociones que se viven escuchando la música de José González y es algo que se siente con mayor intensidad en vivo. El mítico Río 70 con su media esfera y su estilo clásico preservado creó un ambiente muy hípster adecuado para la música de José y sus dos actos soporte: Jazmín Solar y Andrés Vignau.

La primera, con un estilo pop muy dreamy (a la Beach House, de momentos) logró captar la atención de todos con una combinación de guitarra acústica suave, teclados, eléctrica con reverb y letras emocionales que le habrán ganado muchos fans; por su parte, Andrés Vignau ofreció algo más movido y pop que no encajaba del todo con el mood de la noche. El chavo tiene talento pero encajaría más abriéndole a Drake Bell o algo por el estilo.

Las pantallas del Whatsapp y Facebook le dieron paso a las de las cámaras alrededor de las 10:00 p.m. cuando José González entró en solitario y entonó uno de sus clásicos: Crosses de su álbum debut. Tocar uno de tus clásicos al principio es una apuesta arriesgada, pero José demostró que su repertorio estaría lleno de muestras de su talla como compositor e intérprete que hace de los covers verdaderas evoluciones de la versión original.

What Will, de su nuevo álbum, fue la segunda canción y con la que entraron en escena el resto de sus talentosos músicos, cuestionándonos sobre el legado que queremos dejar y los dogmas que nos llenan la mente.

El ritmo bajó para Deadweight On Velveteen, otra melodía reflexiva del Veneer que se conectó con la hermosa With The Ink Of A Ghost, canción con sabor a niebla de bosque y poesía, meciendo y arrancando los primeros sing-a-longs de la noche.

Llegaron los aplausos y luego algunas risas cuando José anunció Hand On Your Heart de Kylie Minogue, la cual sonó como si fuera suya, haciendo creer que este hombre logra ver el esqueleto de cualquier música que se le ponga enfrente. Every Age, otra favorita del Vestiges and Claws, arrancó suspiros y palmadas lentas, mientras José invitaba de nuevo a hacer algo positivo de la vida (mensaje que espero haya resonado entre los juniors de la audiencia).

Walking Lightly de Junip, proyecto alterno de José, continuó la velada y el público comenzó a ganar vuelo con el coro y la tonada alegre de la canción pero, como todo un guía, José volvió a bajar el ritmo con The Forest, otra rola que prueba por qué no hay playlist de folk en Spotify que se respete sin que haya algo de José González en él.

Let It Carry You se encargó de volver a levantarnos y guiarnos hacia uno de los highlights de la noche y de su más reciente álbum, Leaf Off/The Cave un himno que invita al amigo agnóstico a sacar lo mejor de su convicción sin ser un amarguetas trol y descubrir la vida; la gente mostró su entusiasmo con palmas y un coro que reverberaba en las paredes del Río 70.

Killing for Love del In Our Nature entró para calmar un poco el ritmo pero su letra y su música intensa igualmente dejaron encantados; le siguió Home, interpretada por el tecladista de la banda, James Mathe, que demostró su talento con dicha rola de su autoría y que es parte de Barbarossa, su proyecto solista.

This Is How We Walk On The Moon continuó la velada con un ritmo frenético que llevó la composición original de Arthur Russell a un jam con el que se podía hacer headbang sin problema. Tras un enorme aplauso, José tocó Teardrop de Dr. House de Massive Attack, de una forma soberbia que elevó aún más los ánimos para dar introducción a la canción más esperada de la noche, Heartbeats de The Knife, una melodía coreada por todos y que José tocó en solitario antes de despedirse.

Por supuesto, los gritos de encore motivaron a la banda para salir casi de inmediato y entonar Line Of Fire, otra canción de Junip, famosa por ser incluida en Breaking Bad y The Blacklist. Down The Line fue la rola encargada de dar cierre a la noche, con un ritmo vivo que culminó en el clásico crescendo explosivo y el público aplaudiendo de pie.


Una interpretación sublime, canciones enormes, una buena organización de Friday Social Scene (salvo el detalle de los vendedores de cerveza haciendo ruido en el peor momento) y el Río 70 demostrando que puede ser el espacio ideal para traer más actos indie nacionales e internacionales de altura a Monterrey.

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